El emprendedor es el alma de todo negocio y, por ello, es importante que todo emprendedor domine el arte del pitching y el convencimiento con argumentos sólidos y apoyado en datos. El arte de hablar y negociar es una de las destrezas más demandadas al emprendedor de hoy, aunque no deja de ser cierto que dicha cualidad es una de las más complejas para desenvolver.
Desde un elevator pitch hasta una exposición completa de una hora. Existen diversos modelos y situaciones donde es posible presentar un pitch, pero ¿cuál es el más adecuado para una ronda de inversión o fundraising?
Primeramente, es importante tener claro los conceptos de partida. Cecilia Ezquerro, del fondo 500 Global LatAm, nos comparte algunas preguntas que todo emprendedor debería hacerse antes de ir a una ronda de inversión:
¿Por qué estoy queriendo levantar fondos en este momento?
¿En qué voy a invertir el capital?
¿Tengo los números para hacer una ronda?
¿Adónde voy a llegar con el capital?
Como se observa, es fundamental que se logre tener claridad acerca de cuánto levantar y para qué. Una vez que se tenga la convicción referente a lo anterior, entonces es posible avanzar hacia otras interrogantes como:
¿En qué necesito avanzar internamente para ir del punto A al punto B, además de disponer de capital?
¿Cuánto podría crecer la Startup con la nueva inversión recibida?
¿A quiénes necesito para ejecutar esta misión?
¿Cuánto quiero/puedo diluirme en esta ronda?
¿Cómo se compara mi Startup con la valuación de otras empresas del mercado?
De lo anterior, es importante mencionar que, en la mayoría de los casos, el emprendedor no tendrá más que 2 o 3 minutos para realizar su pitch. En ese caso, hablamos de un Rocket Pitch. No obstante, si lo que se tiene son nada más que 30 segundos, hablamos entonces de un Elevator Pitch (o pitch de elevador), y lo recomendable es tenerlo siempre en la punta de la lengua. ¡Uno nunca sabe si Warrett Buffett puede estar en el siguiente ascensor!
Como el tiempo vale oro, tal vez el sueño de cualquier emprendedor sea tener de 5 a 10 minutos para desarrollar su idea acabadamente y con materiales de apoyo para reforzar todo lo expuesto. Aquí hablamos de un Pitch Deck, donde se puede profundizar sobre los datos del negocio y la propuesta de valor completa.
Por último, se debe señalar que la práctica hace al maestro y que no existe el pitch perfecto ni tampoco uno ideal. Eso sí, quizá presentes un pitch a 10, 50 o 100 inversores de rondas antes de recibir el tan anhelado “sí, me sumo”.
Comments